Espero que mi historia ayude y aliente a cualquier empleado en una situación similar a la que yo estaba, así como a cualquier persona que esté a la espera de cumplir sus sueños. ¡Los sueños se cumplen!

Yo era una enfermera titulada en Filipinas antes de llegar a Inglaterra con un visado de estudiante para conseguir el título de enfermera en Reino Unido en el año 2010. Terminé mi licenciatura en enfermería en la Universidad de Hertfordshire en 2012 mientras trabajaba como cuidadora en residencias de ancianos y centros residenciales.

Trabajé en este sector durante unos 5 años. En 2015, respondí a un anuncio de trabajo de Diaverum UK como auxiliar sanitario, pero gracias a mi experiencia como enfermera me ofrecieron un puesto como auxiliar de diálisis [AD]. Aunque estaba contenta como AD, en el fondo anhelaba un puesto como enfermera. Sin embargo, debido a las estrictas normas fijadas en aquel momento por el Colegio de Enfermería de Reino Unido (NMC por sus siglas en inglés) para enfermeras formadas en el extranjero, tuve que dejar en suspenso mi aspiración de convertirme en enfermera titulada en Reino Unido. ¿Hasta cuándo...? ¡No tenía ni idea!

En 2017 hubo un rayo de esperanza cuando el NMC estableció nuevas normas para enfermeras extranjeras. Aun así, yo estaba indecisa. Afortunadamente, un compañero con más experiencia dedicó parte de su tiempo a estudiar conmigo las opciones disponibles, incluido cómo Diaverum me apoyaría en caso de que decidiera seguir adelante con mi solicitud. Sabiendo eso, inicié el proceso para cumplir todos los requisitos establecidos por el NMC a pesar de mi apretado horario de madre trabajadora de dos niños. Me alegra decir que superé con éxito todas las evaluaciones.

Tras pasar estos exámenes iniciales, viví los peores meses de mi vida a causa de ciertos problemas domésticos y de salud, problemas financieros y cuestiones de inmigración. Encontraba problemas y obstáculos por todas partes, lo que finalmente me hizo abandonar Reino Unido para volver a Filipinas. Fue una época bastante oscura, pero mi fe en Dios mantuvo mi esperanza viva mientras esperaba un milagro.

En noviembre de 2018, recibí una resolución del NMC, lo que hizo posible que Diaverum pudiera apoyarme en mi regreso a Reino Unido. Esto marcó un nuevo comienzo para mis hijos y para mí. Cuando volví, me preparé y me presenté a la fase final de los exámenes de aptitud del NMC y logré mi NMC PIN, lo que confirmaba mi admisibilidad para ejercer como enfermera titulada en Reino Unido.

A mi carrera le costó bastante tiempo despegar, pero creo firmemente en que todo pasa en su momento justo. Nunca me he sentido tan emocionada por un trabajo. Es un sentimiento increíble. Mi sueño de ejercer como enfermera en Reino Unido era una realidad.

He trabajado duro para todo lo que he conseguido, pero nada de esto habría sido posible sin la gran ayuda y apoyo de las siguientes personas:

En primer lugar, doy las gracias a Diaverum por su confianza en mí y por todo el apoyo en la tramitación de mi regreso a Reino Unido. A mis jefes de la clínica Eastbourne: gracias por creer en mí y por ayudarme todo este tiempo. A mis amigos y compañeros, muchas gracias por las palabras de inspiración y por ser mi familia en Reino Unido.

A esa persona que vio belleza y esperanza en mí durante mis días más oscuros, maraming salamat [«muchas gracias»]. Y sobre todo, gracias a mi familia, especialmente a mis hijos, por mantenerme viva y cuerda. No podría haber conseguido todo esto sola.

A aquellos que se formaron en sus países y todavía desean convertirse en enfermeros titulados en cualquier otro lugar, o seguir sus propios sueños secretos, os confirmo que nunca es demasiado tarde para dar el paso. Todo es posible. Cumplid vuestros propósitos. El viaje más largo comienza con un único paso. Dad ese paso.